jueves, 4 de abril de 2013

Jesus Hablo, Jesus Creo

 Dios Creo, Dios hablo, Dios actuó: Estas declaraciones de Dios en tres formas distintas resumen la actividad de Dios en la creación y en toda la Biblia. El Cristianismo básico comienza con la figura de Jesucristo. Si Dios hablo, Jesucristo es su palabra más grande y final. Si Dios actuó, su hecho más noble fue la redención de la humanidad por medio de Jesucristo.  Dios hablo y actuó en Jesucristo. Dijo algo. Hizo algo. Entonces el cristianismo no es mera palabrería piadosa.  El evangelio no es una mera invitación al hombre para que haga algo, sino una declaración de lo que Dios hizo por medio de Cristo para el Ser humano.
Dios Hablo: El ser humano es un ser que busca, investiga, escudriña por naturaleza, persigue el conocimiento sin tregua ni descanso, su vida es un viaje de conocimiento, siempre explora, analiza, investiga y nunca se cansa de preguntar ¿Por qué?. Pero cuando la mente humana comienza a preguntarse de Dios, se queda perpleja y sin aliento, puesto que Dios es infinito y el humano finito. Nadie puede escudriñar los misterio de Dios; pero Dios se ha revelado y lo ha hecho por medio de la revelación general y especial: La Revelación General (para todo los seres humanos)  la podemos conocer a través de la creación: el universo, los cielos, las montañas y la ley moral que dios le ha dado al ser humano en su corazón.  La Revelación Especial es la iniciativa de Dios hacia el ser humano a través de la Biblia, la persona de Jesucristo, el evangelio y la convicción del plan redentor de Dios por medio de Cristo “Dispuso Dios en su bondad salvar por medio de su mensaje a los que tienen fe, aunque este mensaje parezca una tontería” (1 Cor 1:21)
Dios ha actuado: Dios tomo la iniciativa en los dos casos en vista de la naturaleza del ser humano. El hombre tiene por naturaleza buscar e investigar las cosas; pero no de buscar a Dios. En  vista a esto. Dios tomo la iniciativa de actuar por medio de la muerte de Cristo, no solo por nuestras necesidades, también porque somos pecadores. El hecho de que Dios actuara por medio de Jesucristo fue para traer salvación, basada en la gracia y no por los meritos humanos. El cristianamos es la única religión en el mundo que tiene como mensaje que Dios ama, va en busca de pecadores y muere por ellos, para que esto por medio de la fe en Jesucristo puedan entrar a la gloriosa felicidad que tanto anhelan. 
Nuestra respuesta: Dios nos ha buscado a nosotros y todavía nos está buscando. Nosotros debemos de buscar a Dios. En efecto la queja que Dios tiene contra el hombre es que no le buscan. El salmo 14:2-3 dice: "Jehová miró desde los cielos sobre los hijos de los hombres, Para ver si había algún entendido,  que buscara a Dios. Todos se desviaron, a una se han corrompido; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. Y sin embargo, Jesús prometió “Busquen y encontraran” Mat 7:7. Tenemos que buscar humildemente: si la apatía es un impedimento para algunos, el orgullo es el estorbo más común para otros. Debemos de admitir que nuestra mente es infinitamente incapaz para descubrir a Dios por nuestros propios esfuerzos.  Tenemos que buscar honradamente: cuando nos acercamos a la revelación especial de Dios (la Biblia) debemos no solo acércanos con humildad, sino también libre del orgullo y el prejuicio, con una mente libre y sin ideas preconcebidas. Tenemos que buscar Obedientemente: En la buscar de Dios no solo debemos de revisar nuestras ideas sino también reformar nuestras vidas, no solo intelectual, también moralmente.  Este es el espíritu de toda búsqueda sincera, debemos dejar de lado la apatía, el orgullo, el prejuicio y el pecado, y buscar a Dios a pesar de las consecuencias: el prejuicio intelectual y la rebeldía moral son expresiones de temor, y el temor es el mayor enemigo de la verdad.   


Que en este día sea diferente, que nuestra respuesta a como Jesús nos habla sea diferente... como es que cuando Jesús hablo a materia inanimada y le respondieron; cuanto mas a nosotros. Pero se que esto va a depender mucho de nuestro corazón.

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