miércoles, 14 de octubre de 2015

La Unidad

Efesios

4:1 Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados, 2 con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, 3 solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz; 4 un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; 5 un Señor, una fe, un bautismo, 6 un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos. 7 Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo.

El factor en esta carta es Pablo, pues estando preso en una cárcel le habla a los de Éfeso, una iglesia aplicada y creciendo en la fe. Pablo no está reprimiendo a los lectores, sino más bien animándolos para que puedan crecer en la fe, amándose cada uno en el amor de Cristo manteniendo la unidad como el cuerpo de Cristo; por la gracia conforme a la medida del don de Cristo y lo hace explicando diferentes aspecto de la doctrinas cristiana. 



El ánimo a los hermanos de Éfeso es para que honren su llamado y que vivan según la vocación;  y en el mismo sentido, les llama a la unidad; no por eso podemos decir que haya algún problema. Pues en (vv.3:14-21) y otras partes Pablo nos indica que la iglesia estaba bien asentada. Lo que el apóstol hace no es dedicarse a los problemas como comúnmente él hace, sino en levantarle las miradas de los jóvenes creyentes. Pablo también hace un llamado practico a la unidad, porque él sabe que la unidad es parte imprescindible en el ministerio, él les pide que se esfuercen, como diciendo que es una decisión en el espíritu, para que puedan modelar de manera eficaz la gracia de nuestro Señor Jesucristo, sabiendo que todos tenemos una misma esperanza, que todos de alguna o otra manera tenemos el mismo status ante el Señor, esto debe de llevarnos a ser humildes en nuestro trato, a no dejarnos deslumbrar por tonterías sino que todos somos iguales ante el Señor y cada uno recibió un don según la gracia de Dios, y si tenemos uno, porque hay que ser orgullosos, pues esto viene de Dios.
Debemos de estar consciente de la responsabilidad y bendición que es recibir el llamamiento de Cristo para ser parte de su obra. La humildad debería de ser el primer escalón en nuestro caminar con el Señor y luego la mansedumbre, paciencia y amor. Para mantener la unidad debemos de tener un concepto de que todos somos iguales ante el Señor. El amor debe de unirnos, convertirnos en imitadores de Cristo y la manera que se hace eficaz es manteniendo la unidad en Cristo por encima de mis gustos y preferencias, ya que mucho de la divisiones viene por las pasiones desordenadas que hay en nuestro corazones, pues nos creemos que somos dios: este concepto para los hermanos y pastores de nuestro país debería de ser una meta, pero el cambio comienza conmigo, debo de velar por entender que mi hermano pentecostal, menonita, bautista y otros somos uno en Cristo, que aunque tenemos diferentes dones, somo uno; pues son más las cosas que nos unen que las que nos dividen.

Escrito por Jennifer Mueses
Supervisora de Clubes 
Sto Dgo Este


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